La tranquilidad del jueves santo se vio abruptamente interrumpida en el campamento rayado. Un silencio tenso, expectante, se apoderó de la afición albiazul tras el escueto comunicado emitido por el Club de Futbol Monterrey. La noticia corrió como la pólvora: Sergio Canales, el flamante fichaje, la joya de la corona, había sufrido una lesión. Pero no en la cancha, no en el fragor de un entrenamiento, sino en un incidente tan insólito como preocupante: una puerta de cristal rota en el vestidor de El Barrial.

Las especulaciones no se hicieron esperar. ¿Un accidente fortuito? ¿Un momento de frustración tras la práctica? El comunicado, cuidadosamente redactado, hablaba de atención médica recibida por heridas en la pierna izquierda, pero dejaba entrever mucho más. La mención de la puerta rota, la práctica previa al incidente, el reposo posterior… Todos estos detalles alimentaban la intriga y la incertidumbre.

La afición, ávida de información, buscaba respuestas entre líneas. El hermetismo del club, comprensible en una situación delicada, solo avivaba el fuego de los rumores. ¿Qué había sucedido realmente en El Barrial? ¿Cuál era la gravedad de la lesión de Canales? ¿Podría el mago español recuperarse a tiempo para el crucial encuentro contra las Chivas?

El partido contra el Guadalajara, un clásico del fútbol mexicano, se presentaba como un reto mayúsculo para los Rayados. Un duelo cargado de historia, rivalidad y pasión. La posible ausencia de Canales, un jugador clave en el esquema de Demichelis, generaba una mezcla de preocupación y desazón entre los seguidores albiazules.

El comunicado del club, aunque escueto, dejaba una puerta abierta a la esperanza. "El cuerpo médico estará cercano a Sergio para valorar su evolución y su participación en el partido de este sábado". Una frase que se aferraba a la posibilidad de un milagro, a la recuperación exprés del talentoso mediocampista.

Mientras tanto, la afición rayada se mantenía en vilo, pendiente de cada noticia, de cada rumor, de cada indicio que pudiera arrojar luz sobre el estado de salud de Canales. Las redes sociales se convertían en un hervidero de comentarios, análisis y especulaciones. La incertidumbre reinaba, mientras el reloj avanzaba inexorablemente hacia el sábado. El partido contra Chivas se acercaba, y con él, la respuesta a la gran pregunta: ¿Podría Canales estar presente en el terreno de juego? Solo el tiempo, y la evolución de su lesión, lo dirían. El futuro, como la pelota, era impredecible.