
4 de abril de 2025 a las 01:15
Lunch saludable por $10: Dile adiós a la comida chatarra
La lonchera, ese pequeño universo de sabores y texturas que acompaña a nuestros hijos en su jornada escolar, se ha convertido en un tema central en los hogares mexicanos. Tras la prohibición de la comida chatarra en las escuelas, la búsqueda de opciones saludables, deliciosas y, por qué no, económicas, se ha intensificado. La preocupación de las madres y padres por brindar la mejor alimentación a sus pequeños es palpable, y la Revista del Consumidor, en su edición de abril, nos tiende una mano amiga con valiosas recomendaciones.
No se trata solo de llenar un espacio vacío en el estómago. Una alimentación balanceada en la infancia es la piedra angular de un futuro saludable. Cada bocado, cada nutriente, contribuye al desarrollo físico y cognitivo, blindando a nuestros hijos contra enfermedades futuras. Las colaciones, esos pequeños respiros entre comidas, juegan un papel crucial en este escenario. No son un simple capricho, sino un complemento vital que aporta las vitaminas, minerales, fibra y demás elementos esenciales para un organismo en pleno crecimiento.
Imaginemos una naranja jugosa, rebosante de vitamina C, o un puñado de almendras, fuente de energía y grasas saludables. Pensemos en un yogur natural, sin azúcares añadidos, repleto de probióticos que fortalecen la flora intestinal. Estas son solo algunas de las opciones que, combinadas con creatividad y cariño, pueden transformar la lonchera en una caja de sorpresas nutritivas.
Las ventajas de incluir colaciones saludables en la dieta infantil son innumerables. Ese impulso de energía que necesitan para concentrarse en clase, el control del apetito que evita los excesos, el aporte constante de nutrientes que asegura un desarrollo óptimo… Incluso en esos días en que el apetito no es voraz o las comidas completas no son posibles, las colaciones se convierten en aliadas indispensables.
La Profeco, consciente de la importancia de este tema y del impacto en la economía familiar, nos propone una alternativa práctica y accesible: una colación a base de jícama, pepino y zanahoria, aderezada con un toque de limón y chile piquín. Un trío refrescante, crujiente y lleno de vitaminas, que además de nutritivo, resulta atractivo para los paladares infantiles. Y lo mejor de todo: la Profeco, tras un minucioso análisis de precios, ha determinado que preparar 12 colaciones de 240 gramos cada una tiene un costo aproximado de 10 pesos por unidad. Una opción inteligente que se ajusta a cualquier presupuesto y que, además, se puede adaptar a los gustos de cada niño.
Pero no se trata solo de replicar la receta al pie de la letra. La imaginación es el límite. Podemos añadir un toque de chamoy a la jícama, combinar el pepino con cuadritos de mango, o espolvorear las zanahorias con un poco de queso panela rallado. La clave está en experimentar, en convertir la preparación de la lonchera en un momento de complicidad familiar, en enseñar a nuestros hijos la importancia de una alimentación saludable de una manera divertida y creativa.
Más allá de las recomendaciones, la Profeco nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos en la formación de hábitos alimenticios saludables en nuestros hijos. Una lonchera bien planeada no solo nutre el cuerpo, sino también la mente y el espíritu, preparándolos para un futuro lleno de energía, vitalidad y bienestar. Y en ese camino, la información, la creatividad y el amor son nuestros mejores aliados.
Fuente: El Heraldo de México