
3 de abril de 2025 a las 19:25
Justicia para Carmen y su perrito
Un escalofrío recorre Perú tras el brutal feminicidio de Carmen Inés Moreno Velasquez, de tan solo 34 años. La tragedia, ocurrida en Miraflores, Arequipa, ha conmocionado a la comunidad por su crueldad y la pérdida irreparable de una vida llena de promesa. El presunto autor, su pareja José Gregorio Quintero Andara, de 36 años y también de nacionalidad venezolana, la roció con gasolina y le prendió fuego, en un acto de celos desmedidos que terminó también con la vida de la fiel mascota de Carmen, quien intentó protegerla de las llamas. Este acto de barbarie nos recuerda la fragilidad de la vida y la persistencia de la violencia de género, una lacra que debemos erradicar de nuestra sociedad.
El escenario del crimen, un humilde cuarto alquilado, se convirtió en el mudo testigo de la brutalidad. El agresor, tras cometer el atroz acto, intentó quitarse la vida colgándose con un alambre. Sin embargo, la dueña de la vivienda, alertada por el fuego, dio aviso a las autoridades, quienes lograron impedir el suicidio. José Quintero, quien trabajaba en una funeraria, ahora enfrenta a la justicia, mientras la comunidad llora la pérdida de Carmen, quien laboraba en un centro comercial. Ambos habían emigrado de Venezuela en 2018 en busca de un futuro mejor, un sueño truncado por la violencia.
Este caso nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la prevención y la atención a las víctimas de violencia de género. No podemos permitir que más mujeres pierdan la vida a manos de sus parejas. Es fundamental fortalecer las redes de apoyo, brindar acceso a la justicia y promover una cultura de respeto e igualdad. El feminicidio de Carmen Inés no puede ser una estadística más. Debe ser un llamado a la acción para que, como sociedad, nos unamos en la lucha contra esta terrible realidad.
La noticia ha generado una ola de indignación en redes sociales, donde usuarios exigen justicia para Carmen y un castigo ejemplar para el agresor. La imagen de su mascota, pereciendo en un intento de protegerla, ha conmovido a miles, convirtiéndose en un símbolo de la lealtad incondicional y la brutalidad del crimen. Organizaciones feministas han convocado a movilizaciones para exigir medidas concretas contra la violencia machista y recordar a las víctimas. La lucha por la erradicación de la violencia de género es una tarea de todos.
Las autoridades peruanas han iniciado una investigación exhaustiva para esclarecer todos los detalles del caso. Se espera que la justicia actúe con celeridad y firmeza, enviando un mensaje claro de que la violencia contra las mujeres no quedará impune. Mientras tanto, la comunidad de Arequipa se une en el dolor y la solidaridad con la familia de Carmen, quien deja un vacío irreparable en sus vidas. Su memoria debe ser un recordatorio constante de la necesidad de construir una sociedad más justa e igualitaria, donde las mujeres puedan vivir libres de violencia. No podemos olvidar a Carmen, ni a las miles de mujeres que han sido víctimas de feminicidio. Su lucha debe continuar hasta que la violencia de género sea erradicada por completo.
Fuente: El Heraldo de México