La industria automotriz mexicana respira, al menos por ahora. Ante la incertidumbre generada por el anuncio de aranceles recíprocos entre México y Estados Unidos, la Presidenta Claudia Sheinbaum ha arrojado un rayo de luz, aclarando el panorama para este sector crucial que representa un pilar fundamental de la economía nacional, aportando cerca del 5% del PIB. La mandataria, con la firmeza que la caracteriza, confirmó en la mañanera del 2 de abril que la tarifa arancelaria para los vehículos exportados desde México a Estados Unidos se mantiene en un 25%, sin incrementos adicionales. Una noticia que, sin duda, trae un respiro a las armadoras y a toda la cadena de suministro que depende de esta industria.

Más aún, la jefa del Ejecutivo Federal expresó optimismo y confianza en la posibilidad de mejorar aún más estas condiciones. Sheinbaum Pardo detalló que este arancel del 25% se aplicará a los vehículos exportados, exceptuando las partes fabricadas en territorio estadounidense. Un matiz importante que abre la puerta a estrategias de producción y ensamblaje que podrían minimizar el impacto de estas medidas. En cuanto a las autopartes, la noticia también es alentadora. Se brindará a los importadores de automóviles, bajo el marco del T-MEC, la oportunidad de certificar el contenido estadounidense de sus productos. Esto permitirá que el arancel del 25% se aplique únicamente al valor del contenido no estadounidense, lo que significa que, si bien el contenido mexicano estaría sujeto a dicho arancel, el gobierno mexicano confía en negociar mejores condiciones dada la profunda integración de las industrias automotrices de ambos países. Una estrategia que busca proteger la competitividad de la industria mexicana y mantener los flujos comerciales en la región.

La Presidenta también destacó que las piezas de automóviles que cumplan con las reglas de origen establecidas en el T-MEC permanecerán libres de aranceles. Este punto es crucial para mantener la fluidez en la cadena de suministro y evitar disrupciones que puedan afectar la producción y el empleo en ambos lados de la frontera. En resumen, el mensaje de la Presidenta es claro: el gobierno mexicano está trabajando activamente para mitigar el impacto de los aranceles y buscar las mejores condiciones para la industria automotriz, un sector estratégico para el desarrollo económico del país.

Pero la agenda de la Presidenta no se limita a la economía. Con la misma convicción, Claudia Sheinbaum reiteró su apoyo a los migrantes mexicanos afectados por las redadas en Estados Unidos. En un mensaje de solidaridad y empatía, la mandataria aseguró que México les brindará asesoría jurídica, protección y apoyo incondicional. Más allá de las palabras, la Presidenta ofreció el programa "México te abraza" para aquellos migrantes que deseen regresar y establecerse en el país. Un programa que busca no solo brindarles un refugio seguro, sino también oportunidades de desarrollo y reinserción social.

La defensa de los derechos de los migrantes es una prioridad para el gobierno mexicano. Sheinbaum Pardo fue enfática al afirmar que se buscarán las mejores condiciones para los mexicanos en Estados Unidos, incluso para aquellos que se encuentran en situación irregular. Un compromiso que refleja la responsabilidad del Estado mexicano de proteger a sus ciudadanos dondequiera que se encuentren. En un contexto internacional complejo, la Presidenta envía un mensaje claro: México está del lado de sus migrantes, y trabajará incansablemente para garantizar su bienestar y defender sus derechos.