Vecinos de la colonia Izcalli San Pablo, en Tultitlán, Estado de México, aún no salen del asombro tras el brutal ataque armado perpetrado la tarde de este miércoles. Un hombre y su pequeño hijo de tan solo tres años de edad, perdieron la vida mientras circulaban a bordo de una motoneta sobre la calle Pradera, justo en la entrada al fraccionamiento El Campanario. La tranquilidad de la tarde se vio interrumpida por una ráfaga de disparos que resonó en toda la zona, dejando a su paso una escena desgarradora que ha conmocionado a la comunidad.

Testigos presenciales narraron momentos de pánico e incredulidad. Algunos mencionan haber visto un vehículo acercarse a la motoneta y, sin mediar palabra, abrir fuego contra sus ocupantes. El estruendo de las detonaciones provocó que los vecinos se resguardaran en sus hogares, mientras que otros, con valentía, salieron a auxiliar a las víctimas. Lamentablemente, para el padre y el pequeño, ya no había nada que hacer. La escena quedó marcada por la imagen de la motoneta tirada en el asfalto y los cuerpos sin vida, un testimonio brutal de la violencia que azota a la sociedad.

Las autoridades arribaron al lugar de los hechos para acordonar la zona e iniciar las investigaciones correspondientes. Peritos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) recabaron evidencias y testimonios que permitan esclarecer el móvil del doble homicidio. Hasta el momento, la identidad de las víctimas no ha sido revelada oficialmente, y se desconoce el paradero de los agresores. Se especula sobre un posible ajuste de cuentas, sin embargo, las autoridades se mantienen herméticas y piden a la ciudadanía colaborar con cualquier información que pueda ayudar a dar con los responsables.

Este lamentable suceso ha generado una ola de indignación y consternación en redes sociales. Usuarios exigen justicia para el padre y su pequeño hijo, víctimas inocentes de la violencia que parece no tener fin. Organizaciones civiles y defensoras de los derechos humanos se han pronunciado al respecto, condenando enérgicamente el ataque y exigiendo a las autoridades que se implementen medidas más efectivas para garantizar la seguridad de la población.

La colonia Izcalli San Pablo se encuentra conmocionada. El miedo y la incertidumbre se han apoderado de los vecinos, quienes temen por su seguridad y la de sus familias. Se espera que las autoridades brinden mayor información sobre el avance de las investigaciones en las próximas horas y que se logre capturar a los responsables de este cobarde ataque que ha enlutado a toda una comunidad. La pregunta que todos se hacen es ¿hasta cuándo seguirá la violencia cobrando vidas inocentes? ¿Hasta cuándo las calles serán escenario de tragedias como esta? La sociedad exige respuestas y, sobre todo, justicia. Justicia para el padre y su hijo de tres años, cuyas vidas fueron arrebatadas de la manera más cruel e injusta.