
4 de abril de 2025 a las 00:20
Dinamarca defiende Groenlandia
La reciente visita de la Primera Ministra danesa, Mette Frederiksen, a Groenlandia ha vuelto a poner sobre la mesa la tensa relación entre Dinamarca y Estados Unidos respecto al futuro de la isla ártica. Las declaraciones de Frederiksen, firmes y contundentes, rechazan categóricamente cualquier intento de anexión por parte de Estados Unidos, recordando al gobierno estadounidense que Groenlandia no es una mercancía a ser negociada, sino un territorio con su propia identidad y autonomía dentro del Reino de Dinamarca.
La insistencia del expresidente Trump en la posibilidad de adquirir Groenlandia, argumento que ha sido retomado por otras figuras políticas estadounidenses, ha generado una profunda inquietud en Dinamarca y, por supuesto, en la propia Groenlandia. La idea, que en un principio se percibió como una excentricidad, ha ido ganando terreno en ciertos círculos políticos estadounidenses, alimentando la narrativa de una Groenlandia estratégicamente clave para los intereses de seguridad y económicos de Estados Unidos. Este enfoque, sin embargo, ignora por completo la autodeterminación del pueblo groenlandés y la soberanía danesa sobre la isla.
Frederiksen, con su visita y sus declaraciones, ha buscado enviar un mensaje claro: Dinamarca no cederá ante las presiones. La Primera Ministra ha recordado los lazos históricos y culturales que unen a Groenlandia con Dinamarca, así como la importancia estratégica de la isla para el Reino. Además, ha destacado la colaboración existente entre Dinamarca y Estados Unidos en materia de defensa, específicamente a través de la OTAN y el acuerdo bilateral que permite la presencia militar estadounidense en Groenlandia. Con esto, Frederiksen argumenta que la seguridad de Groenlandia ya está garantizada y que una mayor presencia estadounidense no es necesaria, ni mucho menos justifica una anexión.
La mención de las inversiones danesas en materia de seguridad en Groenlandia, como la adquisición de nuevos buques polares, drones de largo alcance y mejoras en las capacidades satelitales, reafirma el compromiso de Dinamarca con la protección de la isla y desmonta el argumento estadounidense de una supuesta falta de inversión danesa en la defensa groenlandesa. De hecho, la Primera Ministra ha insistido en que Dinamarca está cumpliendo con sus compromisos en materia de seguridad y que espera que otros países, en clara alusión a Estados Unidos, también lo hagan.
La formación del nuevo gobierno de coalición en Groenlandia, liderado por el partido Los Demócratas, añade otro elemento a la ecuación. Si bien la postura de este gobierno respecto a la relación con Dinamarca y Estados Unidos aún está por definirse con claridad, se espera que la defensa de la autonomía groenlandesa sea un punto central en su agenda política. Esto podría significar una mayor presión sobre Dinamarca para que adopte una postura aún más firme frente a las aspiraciones estadounidenses.
En definitiva, la cuestión de Groenlandia se ha convertido en un punto de fricción en las relaciones entre Dinamarca y Estados Unidos. La visita de Frederiksen y sus declaraciones representan un intento de Dinamarca por reafirmar su soberanía y defender los intereses de Groenlandia frente a lo que percibe como una amenaza a su integridad territorial. El futuro de la isla ártica sigue siendo incierto, pero lo que está claro es que el debate sobre su estatus seguirá siendo un tema candente en la agenda internacional.
Fuente: El Heraldo de México