Una sombra de tristeza ha caído sobre la Escuela Primaria Amado Nervo, ubicada en el ejido Hipólito, municipio de Ramos Arizpe, Coahuila. La repentina partida de Kevin, un niño de tan solo 10 años, ha conmocionado a la comunidad estudiantil, a los docentes y a todo el ejido. La noticia, como un eco doloroso, se extiende por la región, dejando a su paso un profundo vacío.

Kevin, alumno de tercer grado, se encontraba en su salón de clases, rodeado de sus compañeros y bajo la atenta mirada de su profesor, cuando repentinamente se desvaneció. La escena, antes llena de la alegría y bullicio propio de un aula infantil, se transformó en un escenario de angustia y desesperación. El maestro, con la presteza que demanda la situación, pidió auxilio al resto del personal docente, quienes acudieron de inmediato para brindar su apoyo.

Con la esperanza de una pronta atención médica, Kevin fue trasladado rápidamente al Centro de Salud del ejido Hipólito. El doctor Eduardo, con la premura que la emergencia requería, se dirigió al plantel educativo para valorar al pequeño. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la triste realidad se impuso: Kevin ya no presentaba signos vitales. La noticia, como un mazazo, golpeó a todos los presentes, quienes aún abrigaban la esperanza de un milagro.

Ante el trágico suceso, agentes de Investigación Criminal de la Fiscalía General del Estado arribaron a la escuela para realizar las diligencias correspondientes. Con el profesionalismo y la sensibilidad que amerita el caso, procedieron a recabar información y testimonios para esclarecer los hechos. Posteriormente, el cuerpo del pequeño Kevin fue trasladado al Servicio Médico Forense, donde se llevarán a cabo los estudios necesarios para determinar con precisión las causas de su fallecimiento.

La madre de Kevin, sumida en un inmenso dolor, fue notificada de la irreparable pérdida. Entre lágrimas, compartió que su hijo había sido diagnosticado con cardiopatía congénita desde los dos años de edad. Desde entonces, el pequeño luchador seguía un tratamiento médico para sobrellevar su condición. La madre, con el corazón destrozado, lamentó profundamente la partida de su hijo, expresando la inconmensurable tristeza que embarga a toda la familia.

La comunidad educativa de la Escuela Primaria Amado Nervo se encuentra consternada por la repentina pérdida de Kevin. Maestros, alumnos y padres de familia se unen en un abrazo solidario para acompañar a la familia en su dolor. Se espera que en los próximos días se realicen homenajes en memoria del pequeño, recordando su sonrisa, su alegría y su paso por las aulas que hoy lo extrañan. Este lamentable suceso nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de valorar cada instante que compartimos con nuestros seres queridos. La partida de Kevin deja una profunda huella en la comunidad, un recordatorio permanente de la importancia del amor, la solidaridad y el apoyo mutuo en momentos de dolor.